Música hubo, espectáculo también, pero faltó público, anoche en la presentación de Maná, en el Atanasio Girardot.

La noche fresca y despejada, el ánimo de los asistentes, las condiciones de sonido, las luces y, sobre todo, la calidad de la agrupación mexicana hicieron que el espectáculo estuviera a la altura de los mejores que se han visto en la ciudad.

Aunque en la boleta estaba impresa las 7:00 p.m., como hora de inicio, la música de Maná sólo se comenzó a escuchar a las 8:15 de la noche, con el tema Justicia, tierra y libertad, que hace parte del nuevo trabajo discográfico Revolución de amor. La canción fue acompañada por imágenes del Corazón de Jesús, el Che Guevara, John Lenon y Pancho Villa.

Pero sólo con la segunda interpretación, Oye mi amor, el público reaccionó, bailó y cantó, al ritmo de una canción que marcó el comienzo de la década de 1990.

Luego vino el tradicional saludo: "Medellín, Colombia, ya los estábamos extrañando mucho. Esta noche la vamos a pasar de desmadre", gritó Fher, el vocalista, con su marcado acento mexicano.

Los ánimos de los casi 20.000 espectadores -había muchos vacíos en la gramilla y en la tribuna oriental- se calentaron con Hechicera, tema que el vocalista dedicó a las mujeres, que anoche fueron la inmensa mayoría en el estadio, donde hasta el alcalde Luis Pérez Gutiérrez tarareó las canciones de Maná.

Por la paz
Como ha sido costumbre, los integrantes de Maná, de manera reiterada, expresaron sus mensajes en pro de la paz y en contra de las manifestaciones bélicas en el mundo.

El frenesí llegó a las 9:15 p.m., cuando Me vale comenzó a sonar a través de las inmensas torres de sonido. Así, la noche pasó en medio Mariposa traicionera y Se me olvidó otra vez, entre otras, hasta que los mexicanos, sobre las 10:00 p.m., dijeron: "Chao Medellín".


Opinión general
Madrugaron para el espectáculo

"Son los mejores. Éste es el mejor concierto de mi vida, sólo espero que no se demoren mucho en volver a Medellín, porque me encantan".
Tatiana Sepúlveda, estudiante universitaria.

"Alex es un papito. No veía la hora de que llegará el concierto, me volé del trabajo desde las 5:00 p.m., pensando que iba a ver mucha congestión, pero entré muy fácil. Me da tristeza ver el estadio tan sólo".
Marta Parra, secretaria mercantil.