Fher Olveda
llegó ayer junto al resto de los integrantes de Maná a Guatemala, donde esta
noche ofrecerán su concierto. Foto: EDH/Lissette Lemus
Cayeron del
cielo a tierra centroamericana para alimentar a los ávidos del buen rock, ayer
en horas de la tarde.
En medio de una discreción extrema, que permitió que ni un tan sólo fans se
colara en el hotel en que están hospedados, los cuatro integrantes de Maná
traían consigo la luz del Sol y la magia de la Luna.
Sus primeras impresiones fueron de alegría por tener la oportunidad de
reencontrarse con el público centroamericano.
"Desde 1995, no estamos por acá y tuvimos que hacer un gran esfuerzo para
venir en esta ocasión, pues los calendarios estaban bastante
complicados.Extrañamos a la gente", asegura Fher Olvera.
Aunque el paso de los años ya se nota en su rostro, la vitalidad que tiene es
mucho más fuerte. Nos deja entrar un par de segundos en su silencio y comenta
que los buenos recuerdos lo atan a los salvadoreños.
El guitarrista Sergio Vallín saluda periodistas salvadoreños. "El Salvador es
un país que nos ha abierto los brazos de forma impresionante. Se nos hace
fantástico regresar, vamos a poner nuestro corazón en el concierto", afirma la
figura de la banda, que tocará en nuestro país este domingo.
Ahora, Maná hará vibrar a unos 19,000 guatemaltecos. Aunque no quisieron
revelar el nombre de ninguno de los éxitos que interpretarán, los ganadores de
cinco Grammy prometen conciertos enérgicos, tanto en la tierra del
quetzal como en la patria de las pupusas.
"Nos vemos en el concierto que va a estar muy bien", dice Juan Calleros, el
experimentado bajista de Maná.
Él invita a los salvadoreños a que vayan a corear las canciones de una banda
que, a pesar de tener más de15 años de existencia y más de 16 millones de
discos vendidos en su carrera, tiene un rock tan lozano como nunca.
El domingo, Alex expondrá sus habilidades en El Salvador. Foto: EDH/Lissette
Lemus
Labor social
Maná siempre se ha caracterizado por tener un fuerte compromiso social, en
especial con las causas ecológicas.
Desde 1995, el grupo creó la fundación Selva Negra para realizar labores de
educación y comunicación ambiental y financiar actividades encaminadas a
conservar la flora y la fauna, en México y fuera de éste.
"Tengo un compromiso con la madre tierra, de poner mi granito de arena para
ayudar desde la música, desde la persona que soy yo, e inspirar a los jóvenes
a que hagan algo por el planeta", dice Fher.
En los últimos años la banda se ha abierto más a informar y alertar sobre
distintas causas como el hambre, los derechos humanos y la política.
Juan Calleros afirma que si pudiera involucrarse en una causa social en
Centroamérica, "ayudaría a combatir la pobreza". |