MANA EN URUGUAY AÑO 2000

MANA EN URUGUAY

LOS MEXICANOS VIENEN RESPALDADOS POR EL GRAN EXITO QUE TUVO SU MAS RECIENTE DISCO: EL "UNPLUGGED"
Cuates en el Velódromo
 

Con entradas agotadas, Maná confirma la buena aceptación que tiene entre el público uruguayo. Hoy toca en el Velódromo Municipal una de las bandas que más expectativas ha creado ante su recital: Maná. El concierto comienza a las 21 horas y como banda invitada estará Níquel, que ya había oficiado como tal en la última oportunidad que Maná tocó en Uruguay. El conjunto mexicano (son de Guadalajara) llegará a Montevideo luego de dos presentaciones en el interior de Argentina (Mendoza y Corrientes). Los conciertos en Argentina fueron los primeros de Maná en cuatro años, mientras que en la misma cantidad de tiempo, Maná ha tocado por lo menos tres veces en Montevideo.

Es que la banda fue acogida por el público uruguayo casi desde el comienzo de su carrera. Aunque se dieron a conocer por estas tierras con Rayando el sol de su debut Falta amor, fue con la canción Oye mi amor (del segundo CD ¿Dónde jugarán los niños?) que los mexicanos "la rompieron". Ese tema era casi imposible de evitar a mediados de los noventa: en radio, televisión, boliches y fiestas era una canción recurrente. En consecuencia, el álbum fue un gran éxito, ya que contenía una considerable cantidad de canciones igual de pegadizas que Oye mi amor. La balada Vivir sin aire, por ejemplo, fue otra canción omnipresente: Maná sonaba por todas partes.

La sobreexposición de una canción puede llevar a que el público se sature y le de la espalda a una banda o artista que recibió con entusiasmo inicial. Sin embargo, nada de eso ocurrió en Uruguay con Maná. Siguieron editando éxito tras éxito en sus siguientes discos sin dar muestra de agotamiento, por lo que no se los puede considerar como un grupo efímero o de moda.

Su propuesta musical podrá gustar o no, pero han demostrado con creces que pueden mantenerse en los puestos más altos de popularidad, independientemente de las tendencias del momento.

POPULARES. Los integrantes de Maná explican las razones de este suceso con la voluntad de ser honestos y populares. "No queremos ser elitistas", explicó Fher, cantante y letrista, cuando El País entrevistó a Maná en Buenos Aires, en el comienzo de su gira latinoamericana. "Queremos llevar nuestra música a la mayor cantidad de gente posible", explicó, "ya sea a través de los discos o nuestros conciertos". Los viajes de Maná son un capítulo aparte. Los mexicanos son conocidos por sus extensas giras de presentaciones en vivo. Han recorrido nuestro continente varias veces y Europa, donde experimentaron un fuerte suceso con su más reciente disco: Maná Unplugged (o Maná Desenchufado, el disco semiacústico que la mayoría de los más populares artistas realizan para el canal musical MTV).

Además, realizaron el año pasado un serie de presentaciones muy exitosas en Estados Unidos junto a Carlos Santana. El baterista de Maná ­Alex­, durante la conferencia de prensa en Buenos Aires, se refirió a uno de esos shows: "Fue alucinante. En uno de los conciertos, tocamos juntos la canción de Bob Marley Exodus y durante un momento pensé que se venía abajo todo el estadio".

La última vez que se presentaron en Uruguay fue en el Estadio Centenario. En esa ocasión (diciembre 1998), Maná no tenía otro disco para promocionar que Sueños líquidos, ya presentado en Uruguay en febrero de ese mismo año, en Portones Shopping. Aún así, lograron prácticamente llenar la tribuna Olímpica del Centenario. Una contundente demostración de lealtad de sus fans uruguayos. La razón por la cual tocaron en esa ocasión era la conmemoración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un tema muy cercano a la banda. Sus declaraciones y algunas de sus letras son a menudo manifestaciones en apoyo a tales derechos y Maná ha colaborado con Amnesty International y Greenpeace, ya que el ecologismo es otra causa que Maná abraza. El título de su segundo disco, el mencionado ¿Dónde jugarán los niños? alude directamente a ese tema. Si continúa la depredación del medio ambiente Maná se pregunta, desde el título de ese disco, qué mundo quedará como legado para futuras generaciones.

Las 14.000 entradas puestas a la venta ya están agotas desde hace algunos días, lo que vuelve a confirmar el romance entre Maná y una importante parte del público uruguayo.

Nota del Diario El País

QUE LA VIDA SEA UNA FIESTA

Con entradas agotadas Maná tocará esta noche por cuarta vez en Montevideo; el exitoso grupo mexicano se chateó a través de StarMedia con sus fans de todo el mundo

A la hora 21 actuará por cuarta vez en Montevideo el grupo mexicano Maná. Las entradas para el show en el Velódromo Municipal ya están agotadas desde hace días, lo que demuestra la popularidad del grupo en Uruguay.

El grupo liderado por Fher dio la semana pasada un chat a través de StarMedia que duró más de una hora y donde hubo 500 personas conectadas a los diferentes auditorios que se fueron abriendo. El cuarteto estaba en el hotel Sheraton de Buenos Aires y desde allí respondió el cuestionario que fue recibiendo desde todas partes del mundo.

"¿Cuándo va a venir Maná a Minnesota?", preguntó un fan desde Estados Unidos. "Maná va a estar de gira por EEUU el último trimestre del 2001 con un nuevo álbum y Tour", respondió el cuarteto. La misma inquietud la tuvieron fans de diferentes ciudades de América Latina que esperan que Maná llegue pronto con su música en vivo. "Ahorita es muy prematuro hablar de un nuevo disco, pero estamos componiendo y vamos a tratar de hacer el mejor álbum posible. Trae nuevas sorpresas y algunos invitados", afirmaron los músicos ante la pregunta de qué se trata la nueva grabación.

Carmela, de Uruguay, les chateaba: "Estoy contando los días para verlos en Montevideo. Son lo máximo. Estoy en el interior de Uruguay pero tengo todo arreglado para verlos".

A lo largo de la hora de chateo hubo muchas frases de admiración alrededor de la banda y ésta se encargó de alabar a todo el público de América Latina, país por país: "El público dominicano es uno de los públicos más prendidos y calientes del Caribe y estamos muy emocionados de volver", dijo el cantante Fher en un momento del chateo.

También hubo unas cuantas preguntas curiosas. Sobre si les gustaba el heavy metal, Maná respondió afirmativamente. "Sí, nos gusta bandas como Metallica, Aerosmith, Pearl Jam, Nirvana, Stone Temple Pilots y muchos más". Aunque luego los Maná aclararon que la música murguera de América Latina es la que más le apasiona. "Desde la salsa hasta el merengue, la música brasileña, vallenatos, boleros, trova cubana, todo lo que tenga que ver con el Caribe y Latinoamérica".

A la pregunta, ¿qué piensas de los suicidios por drogas de algunos famosos como Kurt Cobain y Jim Morrison?, Alex respondió: "Yo no conozco a nadie que haya logrado algo positivo por medio de las drogas, descansa en paz Kurt Cobain".

Sobre, ¿a quién consideran su principal competencia? respondieron: "La música no es como la fórmula 1 o un partido de básket para ver quién es mejor, cada banda tiene su estilo, y el público al final de cuentas escoge lo que le gusta". No sin antes advertir que cantarán algunas de sus canciones en inglés, Maná, en sus últimas respuestas, afirmó que la intención primera con su música es hacer que la vida sea una fiesta.

Esta noche a la hora 21 el superexitoso cuarteto mexicano intentará que así sea en Montevideo, al menos por un par de horas.

El Observador

CRITICA 23/03/2002

Una explosión de alegría Más de 14 mil personas corearon y vivaron durante dos horas las canciones del quinteto mexicano que volvió a demostrar que es el grupo más querido en Uruguay

Si algo tuvo en común el recital que ofreció Maná el martes en el Velódromo con el que realizó dos años atrás en el Estadio Centenario fue que Níquel volvió a ser el grupo telonero, que Alex repitió un contundente solo de batería y que el cantante Fher terminó con la camiseta de Peñarol puesta.

Desde el punto de vista artístico el quinteto mexicano sonó mucho más sólido; su crecimiento profesional (realizaron una gira con Santana por Estados Unidos y se transformaron en el grupo pop más popular de América Latina) se percibió arriba del escenario.

El concierto levantó vuelo desde la primera canción. Apenas comenzó la introducción de Oye mi amor el público se puso de pie, nadie respetó sus lugares y todos quisieron acercarse al escenario en la medida de sus posibilidades. Estuvo bien que así fuera, después de todo era un concierto de rock and roll. La fiesta, en el mejor sentido de la palabra, duró dos horas y estuvo marcada por la alegría.

Apto todo público

Maná tiene bellas canciones pop, con letras de frases cortas, simples, pero no exentas de cierto grado de sugestión que le permite abarcar un público tan heterogéneo como incondicional. Tanto adolescentes como de treinta y pico participaron de esta comunión musical acompañando a Maná con palmas, cánticos y con encendedores prendidos que, en la oscura multitud, parecían una manifestación de bichitos de luz.

Las 14 mil personas que concurrieron al show se sabían las letras de memoria y las cantaron con fervor; en especial las mujeres, que parecían competir para descubrir cuál de ellas era la más fanática de todas. Maná desde arriba del escenario toma la lección de sus aplicadas fans, sin tentarse nunca de caer en el divismo. Incluso en un momento Fher subió a una joven del público y bailó con ella. Los mexicanos hicieron un balance perfecto del espectáculo para que éste no decayera en las dos horas de duración: pusieron acento en el rock más convencional, ese que se parece a Police y también en el pop fusionado con la salsa que tanto distingue a las nuevas composiciones del grupo.

Las versiones fueron prolijas y disciplinadas, pues nunca se zafaron de los arreglos originales. La excepción fueron sus clásicas baladas (El reloj cucú, Vivir sin aire) que fueron interpretadas de forma acústica.

El sonido fue limpio y potente por lo que se pudo apreciar el color instrumental que tienen las canciones de Maná y el perfeccionismo técnico de cada uno de sus integrantes. Si bien son virtuosos de sus instrumentos no hacen alarde de ello y transmiten las canciones en equipo, salvo algún ejercicio gimnástico del baterista que, con su gracia particular y contundencia rítmica, suple cierto quietismo escénico del vocalista Fher.

Otra característica del espectáculo fue que casi todos los temas tuvieron una dedicación especial. La gran mayoría tuvieron a Uruguay o Montevideo como centro del homenaje. Fher, entre canción y canción, repitió el nombre de la capital charrúa totalizando unas 20 veces o más. Por ejemplo, Dónde jugarán los niños fue dedicado a los grupos ecologistas uruguayos; Desapariciones "a todos aquellos que desaparecieron en Uruguay" y Tú tienes lo que quiero a "las mamacitas y mujeres hermosas, de Uruguay". Como anécdota queda cuando Fher, en el último tema de la noche, Clavado en un bar, apareció con una camiseta de Nacional. Los silbidos fueron más fuertes que los aplausos y el cantante optó por sacársela de inmediato. Abajo tenía la de Peñarol y con ella terminó el show tras una gran ovación y entre medio de fuegos artificiales.

Nota: Alejandro Espina