Waldo Saavedra, artista plástico cubano-mexicano, había comenzado una serie de "homenajes del corazón" a grandes pintores en la década de los 90. Para la serie de Goya incluyó a Letizia Ortiz Rocasolano, a quien conoció en su etapa de periodista en Guadalajara en 1996. "Llegamos a tener esta relación amistosa y profesional, y me pareció un buen elemento plástico".

Es en ese momento cuando a Saavedra le llega la propuesta de participar en la portada del disco Sueños líquidos de la banda tapatía Maná. "Yo la tenía en la mente y me surgió la idea, porque así trabajo, voy juntando materia prima para la creación y se me ocurrió que el personaje de Sueños líquidos perfectamente podía ser la imagen de esta chica".

La amistad entre el pintor y la periodista se dio en el tenor de compartir la nostalgia por la patria lejana, siendo ella española y él cubano. "En ese momento específico, recuerdo, Felipe Garrido -en su libro Historias de Santos- me había dedicado la oración a Santa Nostalgia, y recuerdo que al leerlo ella me dijo: ‘Eso nos pasa por no vivir en el lugar de donde somos’. Cuando tienes ese vínculo tan sensible con alguien, esa conexión, el personaje se hace mucho más tuyo".

Aunado a lo anterior, "la relación de la parte española tan fuerte que hay en Cuba" convirtió a Letizia Ortiz en la musa del arte de Sueños líquidos, un mural que estuvo instalado en el restaurante "La Habana" y en una serie de ilustraciones.
 

El cuadro, difícil de fraccionar por su complejidad de elementos, fue incluido como póster en el disco. Sus medidas originales son 1.40 metros por uno, y en este Letizia aparece sosteniendo un avión de papel en fuego.
 

"El resultado final es que lo que menos pensé es que a esta chica le pasara todo esto. Es lindo, lejos de cualquier sensacionalismo, poder sentir esa profundidad de la gente que un día demuestra casi explosivamente su capacidad".
Para Saavedra lejos de ser "un material femenino que a golpe de cara hace las cosas, es un personaje que mezcla la inteligencia con la belleza". A la distancia del tiempo y de la geografía, sostiene que la futura esposa del príncipe Felipe de Borbón, es "un ser humano aguerrido que destaca por encima de los demás".