Después de 35 años, y con más de 80 millones de discos vendidos, la música de Carlos Santana continúa siendo una fuerza motriz tanto para latinos como no latinos. Un estilo universalmente escuchado y copiado.

Pero además de vender discos, Santana también tiene un largo historial de trabajo altruista, a través de su propia fundación-Milagros Foundation-y de donaciones en pro de incontables organizaciones alrededor del mundo. Lo musical, sumado a lo humano, han hecho que sea reconocido como la 'Persona del Año' por la Academia Latina de la Grabación, un premio que le será entregado mañana lunes, 30 de agosto, en Los Ángeles.

Me da la sensación de que las actividades benéficas y altruistas tienden a ser la excepción y no la regla entre los artistas. ¿Opina igual?

Sucede mucho (que los artistas aboguen por buenas causas). Pero, desafortunadamente, los medios no presentan las buenas noticias. Es un hecho que Sting, Stevie Wonder, Prince, Quincy Jones, y muchos otros, están involucrados en ayudar a sanar a gente que vive en nuestro planeta. Y eso está bien. No tenemos que anunciarlo. El señor Paul Newman regala 240.000 dólares por año. Y nadie lo sabe. Es un poco vulgar hablar de ello.

Bueno, puede ser vulgar hacer el alarde, pero tampoco encuentro muchos artistas latinos que siquiera hablen de sus convicciones...

Muchas personas están en control remoto, y nosotros -mi esposa y yo- sentimos muy apasionadamente que podemos hacer una diferencia. Podemos hacer algo que venga del corazón, hacer una diferencia en el mundo y todavía ser rentables. Es un concepto bajo el cual todos ganan, toda la gente viva del planeta.

Usa las palabras 'Gente viva del planeta', ¿Qué quiere decir con eso?

Todo el mundo sabe que yo no me envuelvo con ninguna enchilada. No me gustan las banderas. Respeto a la gente que es así, pero es una existencia prehistórica. Para mí, la única bandera es un hombre, una mujer y un niño. Todo lo demás es un negocio corporativo. Ya no hay banderas o países. Y entre más rápido nos despertemos, más rápido podremos sanar la esencia de la familia.

Si pudiera establecer una sola cosa antes de morir, sería plantar la visión de que todos en este mundo tuvieran agua, electricidad, comida y educación gratis. A cambio, nos gustaría despertarnos y crear conciencia en las personas para que sean mejores. Que tengan más pasión por la compasión, más sabiduría y más paciencia. Todo lo demás es algo muy superficial.

Hay muy pocos artistas latinos, en particular, que asumen posturas políticas...

Hay gente en Miami que dice: "Oh, yo nunca hablo de religión o política". Está bien. Eso demuestra que le pones muy poco sentimiento a tu existencia. Hasta las tortugas tienen que sacar el cuello para salir adelante. No puedes voltear la cabeza y pretender que no ves lo que está pasando. Y si quieren que sea como un buen mexicano y diga: "Ay, gracias por dejarme estar aquí". Bueno. Estamos en el 2004. Sí, estoy agradecido a Dios y a la gente. Pero no quiere decir que sea propiedad de nadie, y tenga que decir lo que ellos quieran. En mi corazón tengo buenas intenciones y quiero igualdad para las mujeres. En algunos países, todavía puedes intercambiar a una mujer por dos cabras. Esa es mi hermana. Mi madre. Cuando los hombres, los raperos, se refieren a las mujeres como perras, esa todavía es mi hermana, mi hija. Para corregir este planeta, debemos crear conciencia y que la gente vea eso.

Hace un par de años, me dijo que planeaba grabar un álbum en español. ¿Todavía lo hará?

No por el momento. Me gustaría trabajar con tanta gente. Una de mis bandas favoritas es Molotov. Y Maná y los Jaguares. Pero no está en mi agenda ahora.

¿Cuál es su próximo proyecto musical?

Voy a completar el próximo álbum de Santana con el señor Clive Davis. Ahora estamos coleccionando canciones. Es como Supernatural. Lo que hicimos es crear las canciones, como zapatillas de cristal, y luego encontramos las Cenicientas.

¿Las canciones vienen antes de las colaboraciones?

Sí, estoy muy agradecido con todos mis colaboradores, desde Lauryn Hill hasta Plácido Domingo. La mayoría de las personas sólo trabajan en un nivel y se quedan ahí. Dicen, "yo sólo hago norteño, o yo sólo hago salsa'. Punto. Y eso me da otro punto de referencia.

¿Eso sucede porque usted es músico y no cantante?

Sí, y por mi corazón. Mi corazón está abierto a complementar. No a competir. Si toco con la dama que se sacude mucho, ¿cómo se llama?

¿Shakira?

Sea ella o Patti La Belle, siempre es lo mismo. Cuando estoy en el cuarto con la música presento mi espíritu con dignidad. Ahí es cuando la música sucede. No es una fórmula ni un invento.

¿Alguna vez consideró hacer su carrera en español?

Si se presenta una oportunidad con las canciones y la gente correcta. He cambiado mucho. Antes, no podría cantar con Julio Iglesias. Ahora sí.

¿Por qué?

Porque no creía en sus intenciones. Creía que era un abogado que cantaba. Ahora tengo más flexibilidad y no he perdido mi integridad. Puedo trabajar con alguien como Julio Iglesias o Wayne Shorter. La mayoría de la música latina y la música pop es muy plástica y sintética. Tiene la profundidad de una cuchara y no puedo complementar algo que no tenga profundidad. Si tiene la esencia, lo hago con mucho gusto. Pero la mayoría de las cosas suenan como un comercial malo de Taco Bell. Y no quiero sonar así.

Usted me ha dicho antes que la música latina que se escucha hoy es realmente toda música africana. ¿Así ve esta música?

Trato de unir melodía y ritmo, y siempre digo que estoy especialmente agradecido con la gente africana porque la mayoría de la música que toco es africana. Esta música no fue inventada en Cuba o Puerto Rico. Tienen que ir a África para ver dónde se hizo. He estado en África. Sé quién inventó la sopa de pollo. Y cuando voy les dejo saber que estoy muy agradecido por esa sopa de pollo.

¿Hay un momento en su carrera que usted recuerda como un momento decisivo?

Cuando tocamos en el Filmore West en 1970. Tito Puente y Miles Davis estuvieron tres noches seguidas en el balcón aplaudiéndonos. En ese momento supe que no era algo que pasaría de moda o que fuera simplemente aceptable.