Nuevamente vuelve el
Agente 47 al negocio de sicario, en esta ocasión en esta cuarta entrega,
que aporta algunas novedades bastante interesantes, que lo que apartan un
poco de la relativa linealidad que mostró este título en anteriores
versiones. El más llamativo es el argumento, ya que 47 al ir avanzando en
la trama del juego, va pasando de un papel de depredador al de presa que
debe luchar por su supervivencia.
ALGUNOS
CONSEJOS
Una de las primeras cosas que
tenemos que tener en cuenta a la hora de afrontar los desafíos de los
distintos niveles de HBM, es que el factor “notoriedad” ha tomada un rol
mucho más relevante; constantemente deberemos tratar de levantar las
mínimas sospechas posibles, ya que el “notoriometro” puede subir a niveles
altos, y dar al traste tanto con nuestra misión como con la vida del mismo
47. Mientras el marcador permanezca en verde, todo esta OK, podemos seguir
adelante con nuestra estrategia que tengamos en mente; si pasa a amarillo,
lo mejor es tratar de dar marcha atrás, buscar algún lugar tranquilo del
mapa en que pasemos desapercibidos, y esperar que las aguas se aquieten; y
si pasa a rojo es hora de salir escapando, ya que la misión corre el
riesgo de quedar irremediablemente abortada, y si no nos apuramos, 47
morirá a mano de los guardias que custodian los objetivos.
HBM, al igual de sus antecesores, no tiene una sola forma de encarar
un objetivo y eliminarlo, pero sin embargo, destaca la enorme variedad de
enfoques que podemos llegar a elegir a la hora de penetrar las defensas
que rodean a los objetivos, y eliminarlos. No les miento si les digo que
fácilmente tenemos de 4 a 6 métodos diferentes de cumplir con cada misión,
siempre manteniéndonos en una línea discreta de acción, y si decidimos que
después de todo es demasiado aburrido despachar al “afortunado” de turno
en forma educada y empezamos una verdadera carnicería, estas opciones
aumentan considerablemente. Por lo tanto cuando comencemos un nuevo nivel,
lo mejor es tratar de asumir una identidad poco llamativa, y estudiar la
forma del mapa, las opciones que este nos presenta para penetrar en forma
subrepticia en lugares menos accesibles, y la distribución y movimientos
de todos los personajes existentes en el mismo, civiles incluidos, ya que
estos, como siempre, si notan algo raro en nuestra forma de proceder, no
dudaran mucho en avisar a los guardias que tengan mas a mano. Para
empeorar un poco mas las cosas, los objetivos, al contrario de anteriores
versiones de Hitman, suelen estar muchas veces rodeados de una gran
cantidad de personajes, lo que hace imposible líneas directas de acción
para ajusticiarlos... Por eso normalmente deberemos usar métodos un tanto
retorcidos y sofisticados para matarlos a distancia, los cuales tienen en
común que evitan que estemos cerca de las victimas cuando las ejecutemos,
tales como colocar un explosivo en el sostén de algún objeto masivo que
cuelgue del techo, y cuando el tipo pasa debajo, ¡blum!, finiquitado, y
nosotros bien lejos, fuera de toda sospecha...
Sin dudas, mas que las armas que podamos portar, nuestra mejor
estrategia será asumir el mejor disfraz según la situación en que estemos
metidos para despertar las mínimas sospechas posibles. Y para conseguir
hacernos con los ropajes adecuados, nuestros mejores aliados sin dudas son
los movimientos sigilosos, y la vieja, fiel, silenciosa y extremadamente
eficiente (...e inacabable) cuerda de piano; debemos tener cuidado en
seleccionar un personaje que tenga la vestimenta adecuada que necesitemos,
que este relativamente aislado, y en lo posible que tengamos algún
contenedor a mano donde podamos esconder el cuerpo. Una vez que estemos
adecuadamente disfrazados, podremos desplazarnos sin problemas y llegar
hasta donde esta el personaje sentenciado. Y esto es critico en HBM, ya
que al contrario de sus predecesores (... o bien existían pocos
personajes, o si el mapa estaba repleto con decenas de bots, los objetivos
estaban relativamente apartados) , los mapas normalmente suelen albergar
fácilmente 2 docenas o mas de personajes, y en medio de esta muchedumbre
es donde se desplazan los objetivos, lo que hace que sean mucho menos
accesibles a la hora de liquidarlos. Es muy probable que incluso debamos
cambiar varias veces de disfraz para acceder a la totalidad del mapa.
Otra diferencia en HBM, es que al final de cada misión podremos
sobornar a determinadas personas o autoridades para bajar nuestra
notoriedad, y mantener un perfil bajo de acción, lo que nos ayudara mucho
al asumir una nueva misión, ya que cuanto menos notoriedad publica
tengamos, mas fácil se nos hará cumplir con nuestros compromisos...
Ahora si, veamos
paso a paso como resolver los retos de HBM:
1 - Muerte del Showman
2 - ¡Chin-chin!
3 - Abajo el telón
4 - Muerte cerebral
5 - Una nueva vida
6 - Juego de almas
7 - ¡Feliz Navidad!
8 - Muerte en el Missisipi
9 - Hasta que la muerte...
10 - Alea Jacta Est
11 - El canto del ángel
12 - Enmienda 25
13 - Réquiem
|
|